La verdad como «no-olvido» revela la pérdida y la angustia que nos acompaña. ¿Cómo influye esto en nuestra percepción de identidad y realidad?
Aletheia era en la antigua Grecia el nombre de la verdad. Significa literalmente no-olvido.
Tanto es lo que no hay que olvidar como lo que no se puede olvidar. En el mito platónico lo que no es posible olvidar es la pérdida de origen que ha dado a la consciencia el estatuto de engaño.
Francisco Pereña.
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